Lucen
como dos panales de miel
tus labios
en tu piel morena, mujer.
Fresca
como una manzana, vas
luciendo
tu elegante andar.
Tu pelo,
libre como el viento se ve,
luce
igual al color del café.
Tus ojos
son luna y luceros, sí,
del firmamento
de un amanecer.
Dulce,
alegre mañana,
domingo temprano,
por la plaza vienes tú.
Las flores
se muestran alegres;
capullos, botones,
brotan para ti.
Hueles
a piña madura,
aroma exquisito
que las frutas nuestras dan.
Tienes
toda la belleza
de un campo florido;
de un atardecer,
laiá, laiá;
de un atardecer,
laiá, laiá.
Tu pelo,
libre como el viento se ve,
luce
igual al color del café.
Tus ojos
son luna y luceros, sí,
del firmamento
de un amanecer.
Dulce,
alegre mañana,
domingo temprano,
por la plaza vienes tú.
Las flores
se muestran alegres;
capullos, botones,
brotan para ti.
Hueles
a piña madura,
aroma exquisito
que las frutas nuestras dan.
Tienes
toda la belleza
de un campo florido;
de un atardecer,
laiá, laiá;
de un atardecer,
laiá, laiá.
(Tarareo).
Contrabajo:
Jesús “Pingüino” González.
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Foto:
Mi padre y mi madrina, Maxi, celebrando sus cumples, el 29 de junio.