Con tus calles que van
subiendo al cielo,
para poder tocar
las nubes con las manos;
yo quisiera volcar en ti
mi amor y mi destino,
poder adivinar
mi sombra en tus caminos.
Con tus calles que van
subiendo al cielo,
para poder tocar
las nubes con las manos;
yo quisiera volcar en ti
mi amor y mi destino,
poder adivinar
mi sombra en tus caminos.
Calles de mi niñez,
calles tranquilas,
que empinándose van,
detrás de la neblina;
al correr la mirada,
se mecen las montañas,
en la cortina gris
de la calima.
Calles de mi niñez,
calles tranquilas,
he descubierto aquí,
toda mi vida;
cómo poder volver
a ser de ti en mi pensamiento,
y volver a tener
el sueño azul de aquellos tiempos.
Calles de mi niñez,
calles tranquilas,
que empinándose van,
detrás de la neblina;
al correr la mirada,
se mecen las montañas,
en la cortina gris
de la calina.
Calles de mi niñez,
calles tranquilas,
he descubierto aquí,
toda mi vida;
cómo poder volver
a ser de ti en mi pensamiento,
y volver a tener
el sueño azul
de aquellos tiempos.
Fliscorno:
Pacho Flores.
Guitarra (7 cuerdas):
Javier Cerpa.
Cuatro y mandolina:
Jesús “Pingüino” González.
Agradecimientos a Manuel Hernández Silva, por sus comentarios y aportes, siempre tan certeros.