Suave,
lentamente,
muy dulcemente, se va colando,
como agua fresca de tinajero,
que por su piedra viene ‘estilando,
el sabor y el ritmo
de mi merengue, que está sonando.
Tarareando,
llevo el compás.
Suave, lentamente,
muy dulcemente, se va colando,
como agua fresca de tinajero,
que por su piedra viene ‘estilando,
el sabor y el ritmo
de mi merengue, que está sonando.
Tarareando,
llevo el compás.
Laralara,
lárala lara,
lárala lara, lara;
laraiá.
Alegres parejas
se lucen bailando
su compás alegre
y el tumba’o que tiene.
Ritmo contagioso
tiene el merengue venezolano,
que elegantemente va.
Alarara, lara,
laralara, lara,
tarareando, alegre,
llevo el compás.
Suave, lentamente,
muy dulcemente, se va colando,
como agua fresca de tinajero,
que por su piedra viene ‘estilando,
el sabor y el ritmo
de mi merengue, que está sonando.
Tarareando,
llevo el compás.
Laralara,
lárala lara,
lárala lara, lara;
laralara raraiá.
Alegres parejas
se lucen bailando
su compás alegre
y el tumba’o que tiene.
Ritmo contagioso
tiene el merengue venezolano,
que elegantemente va.
Tararara, taratatata,
tata tararara, tatata,
tarareando, alegre,
llevo el compás.
Taratara, tárara tarará, tairatatam, pa.
Violín:
Eddy Marcano.
Guitarra:
Jesús “Pingüino” González.
Grabación de un momento irrepetible, durante un ensayo.
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Foto: Mi genial primo Cándido, que borda todo lo que se propone.