A mi madrina Maximina, y mis tías, Beatriz y Caya, que se casaron y emprendieron la aventura de hacer sus vidas lejos de su familia, y que al tiempo retornaron con sus hijos, enseñándonos a amar otras costumbres, acentos, comidas y músicas.
Y también a Pedro, Avelina, José Antonio, María Dolores y Antonia, respectivamente: abuelos, padre y tías de Jesús, su familia canaria.
Esta postal es el mensaje que lanzamos en una botella al Atlántico, igual que esas barquillas en las que navegaron años atrás tantos emigrantes, hacia ese país hermano: nuestra querida Venezuela.
Estos discos, fruto de treinta y dos años de amistad, se forjaron con la idea de constituir un proyecto a dúo con el extraordinario músico multiinstrumentista Jesús “Pingüino” González, amén de la voluntad incondicional de José Antonio Afonso Romero a los mandos. Pero toda criatura crece por sí misma, y así fueron llegando los regalos musicales que hoy podemos disfrutar: de una orilla, de tantos estimados artistas y cultores, amigos de Jesús, y de la otra, de las queridas voces de mi familia, que me traen recuerdos de tantas parrandas felices.
Con este pequeño repertorio, quisimos reconocer la grandiosa diversidad musical de un país inabarcable. Y entre nuestras canciones, trenzamos un puñado de recuerdos sonoros de la familia, con especial mención a la voz de Carmelo, mi padre, a quien tanto echamos de menos.
Cada canción está construida artesanalmente, como una cajita de música, buscando en cada una diferentes texturas y realzando la nobleza desnuda de cada instrumento. Al igual que los puntos de Braille de la portada, cada tema tiene su propio tacto y presencia.
Enviamos esta postal con todo el cariño y respeto, y el humilde deseo de que asimismo sea recibida. Interpreto estos tesoros de un país que no es el mío, pero al que he amado con la nostalgia de no haber podido habitar, partiendo de la escucha atenta, y en algunos casos transcripción, de las versiones genuinas a las que hemos podido tener acceso, y siempre buscando las semejanzas y origen común con la música tradicional de mi propia tierra: las Islas Canarias.
Con ella, les hacemos llegar un fuerte abrazo, esperando podamos acortar la distancia muy pronto.
Fabiola Socas Luis